Aunque lo celebró el mismo lunes y los peques venían del cole y los mayores de trabajar, llegamos con las mismas ganas de un sábado o domingo. Arancha, preparó una merienda riquísima, los sandwiches y la tortilla de patata, volaron. Antes de soplar las velas, los niños demostraron sus habilidades y conocimientos en un juego, en el que tenían que contestar preguntas, cantar, bailar y hasta desfilar. Nicolás nos deleitó con un pase de modelos muy profesional. Lo que nos pudimos reir...
A medida que acertaban, quitaban una capa del papel de regalo del premio y se los pasaban a otro niño, así hasta que llegaba la última capa, se acertaba la pregunta y se descubría el premio. Por supuesto, estaba preparado para que en la última pregunta y último envoltorio, el regalo llegara a quien iba dirigido ese premio en concreto. Menuda sincronización! Los chicos tuvieron coches y juegos de mesa y las chicas muñecas para decorar. Lo pasamos genial!
Bea, ya tienes la mano entera, ¡a por las dos manos!
¿Celebráis los cumpleaños el mismo día aunque sea laborable o esperáis al fin de semana?
Besos
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